Era un loco, todos lo sabían. Cuando te conocí, enloquecí
aún más. Andaba pensativo, alterado, desesperado por saber si sentías algo por
mí.
En mi consulta mensual, el psiquiatra ordenó que me
internaran. Reusé. Desesperado huí del consultorio. Los guardias y paramédicos
corrían detrás mío. Me acorralaron, como si yo fuera un animal o una bestia
salvaje. Se acercaron todos. Me golpearon. Caí de rodillas. No recuerdo nada más.
Desperté y metí mi mano deprisa al bolsillo de la camisa. No te había pasado
nada. Estabas viva, como el amor que siento por ti. Así es como llegamos aquí
cucarachita linda.
Me encanto! no me esperaba eso, sigue así Toñin.
ResponderEliminar